Apoyar a las personas y liberarlas de la necesidad y la violencia es el aspecto más central del por qué estamos en el negocio. Para ello, priorizamos la reciprocidad en nuestras conexiones con todo aquello en lo que nos involucremos, especialmente con los artesanos, las comunidades indígenas y la tierra que trabaja junto a nosotros.

La exclusión no sirve: nuestras comunidades, nuestro ecosistema, nuestros colegas, y debemos contrarrestar los hábitos sociales de exclusión por medio de la reciprocidad. Desde encontrarnos con alguien en la calle hasta firmar un contrato de producción, nuestras relaciones son muestras de servicio.

Entendemos que para lograr la reciprocidad debemos abordar todo lo que hacemos con sinceridad. Esto requiere un arduo trabajo para reflexionar sobre lo que es verdadero y honesto para nosotros. De esa manera, podemos comunicar claramente a los demás lo que significa estar en una relación exitosa con nosotros y nuestra labor.

Nos esforzamos por establecer relaciones basadas en la empatía que requieran amor y aceptaciones radicales. Es desde la comprensión de nuestra propia posición que realmente podemos aceptar y apoyar la experiencia de otros. La empatía nos permite tener espacio para lo inesperado con generosidad, comprensión y optimismo. La empatía es un componente crítico de nuestro compromiso con la reciprocidad y la sinceridad, ya que informa de nuestra relación con nosotros mismos y con quienes trabajamos.

Suficiente es suficiente. Nos esforzamos por cultivar la conciencia de la abundancia, poniendo nuestros recursos en acción para cuidar a las personas, cosas e ideas en las que creemos, confiando en que esta abundancia, a su vez, nos apoyara.